¡Puedes ganar una batalla y perder la guerra! ¡Evítalo!
Es bueno que estés segura de lo que piensas en una polémica sobre cualquier tema. Es bueno reforzar tus ideas o tomar las de alguien que más te convenza, a fin de cuentas, es así como nos vamos formando criterios de todo. Nuestra fe, economía, política, eventos deportivos, música etc... (Aunque también vas a encontrar que muchos de nuestros criterios son creados sin razonar del todo)[1]
Pero debemos cuidar y evitar no herir los sentimientos y dignidad de las personas con quienes hablamos, para no crear resentimientos.
Un ejemplo de que por ganar una batalla podemos perder la guerra, es tu padre mismo. Debes de cuidar que en tu apasionamiento por lo que pienses, no ridiculices o hieras la dignidad de las personas (insultes) con las que estás hablando.
Siendo más joven te apasionas mas y yo no soy la excepción. Lo malo es que al probar que tenia razón la mayor parte del tiempo en “x” o “y” tema, al probarlo ridiculizaba a la gente, dejándolas hay veces como ignorantes y resentidos por esto. Aunque tenía razón, por ganar la polémica en un tema, perdí su amistad y el poder avanzar, por ejemplo en política.
Por eso debes buscar la justa medida, sin mentir y sin herir sus sentimientos.
Recuerda que yo me cerré muchas puertas por esto.
No fueron suficientes las buenas intenciones que tenia, el pensar que la gente entendería, era una falacia. No es así, por eso hay que buscar la justa medida al defender tu opinión sobre los temas sin imponer, humillar o ridiculizar a las otras personas. Con esto te ahorraras un gran problema. En el trabajo, en la familia, con los amigos o con los grupos sociales con los que te frecuentes y te guste estar.
Va a haber momentos donde van a probar tu firmeza sobre ciertos temas, pero debes saber distinguir el momento donde debes ser inflexible y donde debes estar conciente que no te va a llevar a ningún lado “importante” la polémica de cierto tema, sino por el contrario puede afectar tu amistad, relación o proyecto con la persona con la que estas hablando.
Especialmente cuando estás en una de esas reuniones de café o convivio donde no vale la pena pelearse por ciertos temas aunque tengas la razón.
Antes de imponerte, piensa, ¿Es realmente importante defender mi posición sobre este tema, en esta situación? O ¿Puede esto que no es importante para mi relación con estas gentes afectar mi amistad o posición ante ellos? Y en las respuestas tendrás la solución.
Generalmente los temas más polémicos donde la gente tiende a enojarse, discutir y hasta pelearse por defender su opinión, son los temas religiosos y los políticos. Pero de cualquier otro tema (como el deportivo o social) también se puede hacer una discusión y polémica que puede generar enojo, resentimientos y ridículo entre las gentes, si no los llevan con cuidado al desenfocarlos sobre su importancia en la relación con los demás. A pesar de estar seguro de lo que nosotros pensamos, hay que ponernos en los zapatos de los demás o en el lugar y situación de las otras personas y ver y sentir como ellos lo hacen, para poder entenderlos, sin herir susceptibilidades.
El respeto, la tolerancia, la empatía y el amor entre otros principios y valores, son los que deben ayudarte a tener la sabiduría de compartir tus sentimientos y pensamientos con los demás. Recuerda, debes convencerlos más que imponérteles o humillarlos al compartir tus opiniones.
Hay muchas técnicas psicológicas probadas que funcionan y que te ayudaran a trasmitir tus formas de pensar a otras gentes sin que se sientan agredidos o impuestos, y algunas de estas técnicas son:
v Llevar a tus “clientes” a pensar en tus conclusiones por si mismos haciéndoles preguntas que los lleven a ellos mismos, a las mismas respuestas que tu tienes, sin que se las digas. De este modo ellos pensaran que fueron precisamente ellos los que llegaron a la conclusión y no tú. Y por lo mismo están más abiertos a tus ideas. De esta manera no les impones ideas, no los humillas y no los ridiculizas.
v Otra forma o técnica es el usar más de 3 diferentes terceras historias sobre el tema. Estas son solamente historias de gente como ella, que llegaron a la misma conclusión sin que tú les digas tu forma de pensar. Es increíble, pero funciona.[2]
v Los testimoniales también son geniales. La diferencia entre los testimoniales y las terceras historias es que en estos se dan “pruebas” directas (verbales, escritas o en video) de las personas que piensan o llegaron a las mismas conclusiones y solución que quieres probar, y que generalmente, estas personas gozan de gran prestigio por alguna razón u otra en las gentes a quienes le muestras estos testimoniales. Las terceras historias son las cosas, relatos o historias que tu les cuentas sobre lo que le paso o hizo alguien mas, y como resolvieron su problema o llegaron a la misma conclusión que tu quieres que lleguen, sin que se los digas personalmente.
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La mayoría de la gente piensa que el vender, es ofrecer un producto o servicio a alguien, pero es mucho mas que esto. Y lo importante que encontré es que verdaderamente funcionan las técnicas de ventas en todos los ámbitos de la vida (no nada más en ventas) y funcionan para toda la vida.
Recuerda que algún día te dije que siempre en la vida todos vendemos algo (la mayor parte de las veces sin darnos cuenta) un permiso del papá para salir a una fiesta, conseguir un trabajo, una propuesta de negocio, convencer a mamá que te compre una bicicleta, conseguir un ascenso en tu trabajo, convencer a la gente que haga o piense igual que tu. Etc.
Esta también es la diferencia entre el ser un líder o ser un dictador o gerente. El “convencer” no el “imponer” a la gente lo que piensas.
Por eso te digo: ¡No te pelees con la gente, convéncela!
¡Se un líder, no un gerente! alguien que se ha ganado el respeto de la gente, a quien hay que seguir, alguien que ocupa el puesto sin ser impuesto.
[1] Kiyosaki Robert “Incrementar IQ Financiero” p.50 Comenta que es esencial controlar las altas y bajas de nuestras emociones para retardar las recompensas a corto plazo.
[2] Covey Stephen “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” p.10 Te dice que las historias son solo ilustraciones de los principios que son universales. En otras palabras Las anécdotas nos ayudan a ejemplificar algo que queremos enseñar que a fin de cuentas son experiencias vividas por otros y que nos ayudan a entender un concepto o idea
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