14 años de edad, con sequía extrema y hambruna, William encontró la solución en un Libro.

Esta es una gran historia de la vida real, una que merece ser contada y ser predicada por los mil vientos en todo el planeta, para que sirva de inspiración a todas las generaciones presentes y futuras de jóvenes. Es fácil repetir que todo es posible, pero encontrar ejemplos como este no. Ahí reside su importancia

William Kamkwamba de Malawi en el sureste de África. Vive en una comunidad pequeña de aproximadamente 60 familias, la suya  cuenta con aproximadamente 20 personas, 7 de los cuales son su familia nuclear.

El clima en su pueblo es árido seco. La sequía seguía golpeando a la gente, animales, plantaciones y personas que sufren por esta causa. Siempre  tienen problemas con el agua y no tienen electricidad. Comían si les iba bien una vez al día algo parecido a un puñado de arroz. Una dotación de suero con proteínas donada por Organismos Internacionales para ayudar a la población.

Aún así en esa precaria situación, el muchacho se distinguía por sobre los demás por su pasión por conocer y aprender cosas nuevas. Su padre campesino, debido a su trágica situación no podía pagarle la escuela y esta tuvo que pedirle que se fuera. El no quería aceptar su suerte y en el afán de no quedarse rezagado  en conocimientos en relación a sus compañeros de escuela le pidió permiso a sus padres de atender a la pobre y pequeña biblioteca del lugar, donde devoraba la pequeña colección de libros que tenía. 

El quería hacer algo para resolver el problema de la pobreza y la triste historia de su comunidad, pero no sabia como. Hasta que se encontró con este libro que cambiaría su vida: "Using Energy", donde le platicaba como los molinos de viento son muy importantes para la agricultura ya que le dan la oportunidad de sacar agua del fondo de la tierra y al mismo tiempo generar electricidad.

El problema es que en el libro solo mostraba los beneficios pero no decia como podía construir uno. Esto no lo desanimo, sino lo contrario, sin mas instrucciones puso manos a la obra buscando lo que su mente le indicaba que podía usarse para construirlo con desperdicios de bicicletas, de automóviles, troncos de arboles, ventiladores de tractores y mas.

Para entonces tenía 14 años, edad en que todavía no pierdes la fé en que todo lo puedes lograr y en dos meses su molino empezó a funcionar! Se dice facil, pero dice mucho del carácter, la tenacidad, paciencia y determinación de una persona como William. Todos, incluyendo a su Madre pensaban que se había vuelto loco, que estaba perdiendo su tiempo, que no valía la pena el intento y así, juntos, su familia y sus amigos le disuadían de rendirse sin haber comenzado siquiera. Su madre le llego a comentar que si seguía así nadie iba a querer casarse con él. No le importo nada, seguía enfocado en su objetivo y cuando el aparato empezó a cobrar forma y los pobladores empezaron a ver que su idea podría ser útil, cuando vieron que podría darle energía a la radio de su casa y también cargar sus celulares lo empezaron a ayudar. Después no podía quitarse los de encima. La gente " no se iba, querían cargar su celular y había una fila tremenda"

Finalmente logro su objetivo: logró generar energía eléctrica y sacar agua tan preciada y escasa, pero gano aún más, algo que jamas en sus sueños mas locos pudiera haber imaginado. 

La bibliotecaria del lugar quedo pasmada al ver lo que William había hecho. En el 2006 la voz se corrió hasta que empezaron a llegar periodistas de todas partes del mundo. Fue invitado a participar en las conferencias de TED y el resto es historia.

Becado para estudiar la preparatoria y la Universidad y con un libro escrito donde cuenta su historia y genera ingresos para continuar con sus sueños, William orgulloso, muestra lo que un libro puede hacer, si la persona esta dispuesta a aprender. 

Lo importante no son los conocimientos, sino lo que haces con ellos, tu capacidad de crear con lo aprendido.

Pasa la voz, cuenta la historia. Una de inspiración y convicción de que se puede, si se quiere y estas dispuesto a hacerlo.

El mensaje de William es enfático: confía en ti y cree, cualquier cosa que pase, nunca te rindas!








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